Llega septiembre, llega la vuelta al trabajo, a la rutina… y al gimnasio. Porque hayas o no entrenado en verano, sabes que este mes te apetece proponerte nuevos retos, centrarte y hacer que tu cuerpo vuelva a ese equilibrio.
Si en verano no has entrenado o has sido un visitante esporádico del gimnasio… es hora de volver a preparar tu bolsa de deporte para darlo todo entrenando.
Es importante volver a entrenar pero más importante es hacerlo bien.
Porque empezar fuerte en septiembre es relativamente fácil: todo el mundo está con el ánimo de empezar cursos, proyectos laborales, apuntarse a actividades nuevas… ¿pero cuánto dura? Porque sabes que cuando ibas a colegio te duraba la ilusión dos semanitas, luego ya aburrimiento otra vez.
Este año arranca en septiembre y haz que el impulso te dure hasta enero. En enero ya cogerás fuerzas otra vez, que ya sabes que año nuevo…
5 CONSEJOS PARA VOLVER AL GYM EN SEPTIEMBRE (Y NO DEJARLO EN OCTUBRE)
1. Ponte objetivos… realistas
Tener metas en la vida es sano, siempre y cuando sean metas realizables. Esto lo puedes aplicar a todos los aspectos de tu existencia, pero desde luego cuando se trata de volver a entrenar es súper importante. Que en junio entrenases con 10kg un remo no quiere decir que tengas que cogerlos si no has remado en todo el verano. Así que piensa que entrenar un día más ya es avanzar, aunque ese día de más no llegues a donde te gustaría.
2. Si te diviertes, aguantas más
Quizás piensas que salir a correr todos los días y prepararte una media maratón te va a solucionar la vida. Pero luego un día llueve, otro no te apetece salir porque en casa se está mejor y al final la media maratón se queda en una 5k solidaria que te da agujetas para tres semanas. Prueba una actividad que te guste, que disfrutes y a la que no te cueste ir. Si estás pensando en PRAMA… ¡bingo! Porque nos lo pasamos bien, entrenamos duro y encima hacemos piña.
3. Búscate un gym-buddy
O dicho de otra forma, un compañero para entrenar. Está demostrado que cuando entrenas con alguien faltas menos a tus entrenamientos y entrenas más duro. Ya sea por orgullo o porque has apostado algo, si tienes que justificarte ante tu colega porque un día te apetece quedarte viendo la tele… te lo pensarás dos veces. Además, no hay nada más gratificante que compartir agujetas con alguien.
4. Combínalo con un plan nutricional
Lo peor para tu motivación es que lleves dos semanas yendo al gimnasio casi a diario y tu báscula no lo note. Sí, esto puede pasar y puedes pensar “para esto no me mato yo a entrenar”. Pues no te engañes, que esa no es la solución: invierte en nutrición personalizada. Te garantizamos que en solo un mes de entrenamiento y una dieta adaptada a tus necesidades, vas a notar la diferencia en tu báscula y en tu espejo. No hay nada más motivante que hacer el cambio de armario y ver que todo te queda mejor…
5. Rentabiliza tu dinero
Si te gustan los números, este punto va a encantarte. Que tu gimnasio sea barato o caro depende exclusivamente de ti, porque cuanto más vas… más rentable te sale. Así que apuntarte a un sitio que te motiva y al que vas todos los días es la mejor inversión, ¿quieres un ejemplo?
Por poner un número redondo, imagina que tu inversión mensual es de 100€.
- Si vas dos veces por semana… la clase te sale a 12,5€.
- Si vas cinco veces por semana… ¡solamente son 5€! Menos que ir a cenar, ir al cine o tomar un par de cañas por ahí.
Así que ya sabes, tu planazo para cada día es ir a entrenar.
PRAMA te ayuda a motivarte
Sabemos que no todo depende de ti, por eso en PRAMA siempre estamos preparando cositas para que tu motivación crezca tanto como tu masa muscular y no te aburras de quemar calorías. Varios programas entre los que elegir, multitud de sesiones en las que practicar cientos de ejercicios y un equipo que se forma continuamente para ofrecerte más calidad en tus clases.
Combina esto con una sala que está a la vanguardia en tecnología de fitness y tienes un cocktail explosivo para conseguir que ir al gimnasio te apetezca más que cenar en tu restaurante favorito.