Empezando por la prevención
Te damos algunos consejos para que evites encontrarte mal. Al fin y al cabo, la prevención es mucho más sencilla que tratar un trastorno que ya se ha producido:
Comidas ligeras
Durante los meses de verano es frecuente realizar comidas más copiosas, porque quizá salimos más o quedamos más con amigos. Sin embargo, en los meses de calor lo más recomendable es consumir alimentos más ligeros como frutas o verduras, evitando el pan u otros alimentos ricos en trigo.
Un gazpacho con huevo duro puede ser una excelente comida de verano, rica en nutrientes y que te ayudará a tener una digestión ligera.
Bebe mucha agua
Lo habrás escuchado mil veces, así que otra más no te hará daño: no esperes a tener sed para beber agua. El cuerpo necesito regularse y cuando hace calor el agua es imprescindible para esta tarea. No solamente agua, sino también frutas como la sandía o el melón pueden contribuir a una hidratación óptima.
Prueba a preparar un delicioso batido de frutas para merendar: evitarás el calor y te saciarás.
Adiós al picante y a los fritos
Ambos pueden causar que tengas inflamación e hinchazón. Prioriza los alimentos cocinados a la plancha o incluso crudos, como ensaladas.
Consume probióticos
Alimentos como el kéfir o la kombucha pueden ayudar al equilibrio de tu sistema digestivo. Este tipo de alimentos harán que tu flora intestinal te proteja de cualquier bacteria, evitando los trastornos intestinales.
Haz ejercicio
Salir a pasear después de cenar te ayudará a sentirte menos hinchado y dormir mejor por la noche. Realizar actividades físicas intensas (evitando siempre la exposición al sol en las horas de calor) te hará tener menos hambre y consumir alimentos más saludables.
Evita el estrés
Seguro que más de una vez has tenido problemas de estómago en situaciones de mucho estrés o nervios. Sin duda, es uno de los factores principales y uno de los más difíciles de evitar. Intenta practicar meditación y reduce el uso de dispositivos móviles, especialmente en las horas antes de dormir.
Los problemas de estómago más habituales
Hinchazón
Surge por comer muy rápido o por consumir alimentos proinflamatorios como los que contienen gluten o lactosa. Se reconoce por esa sensación de pesadez que tenemos tras una comida copiosa. Lo mejor es comer lentamente y evitar alimentos ultraprocesados, incluso aunque comas fuera de casa. Intenta alternar cada bocado con un poco de conversación para que, al final, comas menos.
Deshidratación
Para reconocer la deshidratación, no tienes más que fijarte en tu orina. Cuanto menos transparente sea, mayor es la señal de deshidratación. Si se complica, puedes tener calambres, mareos y otros problemas derivados de la falta de agua en tu organismo. ¿Lo mejor? Coge una botella de agua de 2l y llévala contigo todo el día… ¡hasta que te la termines!
Intoxicación alimentaria
Uno de los problemas del calor es que las bacterias se propagan más rápidamente si la comida no está almacenada de forma correcta. Evidentemente, todos los alimentos susceptibles de ello deben estar correctamente refrigerados, tanto en casa como en cualquier establecimiento al que acudas.
Estreñimiento o diarrea
Ambos son el resultado de haber ingerido algo en mal estado o por deshidratación. También pueden producirse por un cambio en tus rutinas, ya que el cuerpo funciona mejor cuando tiene unos horarios estables… lo cual es muy difícil de mantener durante los meses de verano. Intenta tener un horario de comidas estable aunque estés de vacaciones y prioriza alimentos como frutas o verduras.