Seguramente has escuchado el término “entrenamiento funcional” en mil blogs, revistas, centros deportivos o te lo ha dicho tu cuñado porque sabe de todo. Sea como sea, es un término que lleva ya unos años rondando por el mundo del fitness y la salud, pero muchos todavía no tienen claro en qué consiste y por qué es mejor que el entrenamiento tradicional.
PRAMA se basa en este tipo de entrenamiento, ya que todos los programas toman las bases del entrenamiento funcional. Sin embargo, el programa donde más claro se ve es en nuestro Energy. En este artículo vas a descubrir qué es el entrenamiento funcional, cuáles son sus beneficios, qué tipo de movimientos engloba y cómo nos aseguramos de que en nuestras sesiones los trabajes todos. Así le podrás explicar tú las cosas a tu cuñado la próxima vez ?
QUÉ ES EL ENTRENAMIENTO FUNCIONAL
Técnicamente es un tipo de entrenamiento que está adaptado al estilo de vida de cada usuario. Es decir, que busca aumentar la calidad de vida de aquellos que lo practican. Probablemente estés pensando que cualquier deporte que hagas te ayudará a mejorar tu calidad de vida y estarás en lo cierto. Sin embargo, el entrenamiento tradicional no estaba orientado a llevar mejor las bolsas de la compra o recoger ese papel que se te cae al suelo.
Para explicarlo mejor, recordemos cómo es una rutina tradicional de musculación (la que nos viene a todos a la cabeza cuando pensamos en un gimnasio):
- Muchos músculos se trabajan sentado en el clásico banco.
- Se realizan movimientos analíticos, es decir, que solo entrenan un músculo a la vez.
- El trabajo cardiovascular y el de fuerza están disociados.
- Los materiales más comunes son máquinas, mancuernas y barras.
- Cada día se trabajan unos grupos musculares (normalmente 2 o 3, dependiendo de los días de entreno).
El entrenamiento funcional cambia todos estos paradigmas y busca que los movimientos realizados sean semejantes o idénticos a los que cualquier persona realiza de forma natural en su vida diaria:
- Se trabajan todos o casi todos los grupos musculares en cada movimiento. De hecho, no están basados en grupos musculares, sino en cadenas musculares.
- Todos los ejercicios se realizan en bipedestación o en cuatro apoyos, en posturas activas.
- El componente cardiovascular y la fuerza están presentes en todos los movimientos. Además, se añaden inercias y aceleraciones para mejorar el trabajo de fuerza.
- Se trabaja con el peso corporal y se utilizan materiales más dinámicos como sacos, kettlebells, balones o TRX.
- Todos los días se trabajan todos los movimientos.
CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DEL ENTRENAMIENTO FUNCIONAL
Este tipo de entrenamiento ha incorporado los últimos avances en fisiología, biomecánica, neurociencia y física. Se mejoran diversos factores: agilidad, movilidad, estabilidad, coordinación o equilibrio. Además, tras unas pocas sesiones se puede ver la mejora en la postura corporal. Aquí tienes algunos motivos por los cuales deberías incorporar ya el ejercicio funcional a tu vida (si no lo has hecho ya):
- Quemas grasa corporal: en mucho menos tiempo de entrenamiento consigues aumentar el gasto calórico, acelerar el metabolismo y reducir tu porcentaje de grasa.
- Evitas lesiones: conforme pasan los años, es más fácil lesionarse realizando deporte o cualquier movimiento natural del cuerpo. La mejorar en la movilidad y la estabilidad del entrenamiento funcional te ayuda a evitarlas.
- Mejora la activación del core: todos los ejercicios funcionales tienen un factor de fortalecimiento de la zona core, que sirve para estabilizar la columna vertebral ante fuerzas externas.
- Menos tiempo y más resultados: no necesitas pasar dos horas en el gimnasio para mejorar tu aspecto físico. En tan solo 45’ bien aprovechados, serás capaz de ver una transformación en pocas semanas.
El entrenamiento funcional es perfecto para todos porque está pensado para mejorar los movimientos naturales del ser humano. Sea cual sea tu edad, tu objetivo o tu condición física, este tipo de entrenamiento te beneficia.
LOS 7 MOVIMIENTOS FUNCIONALES
El cuerpo no trabaja por músculos, sino por movimientos. ¿Parece obvio verdad? Cuando tienes que saltar, correr o simplemente vestirte, no estás utilizando un grupo muscular en concreto, sino cadenas musculares que realizan movimientos.
Para explicar esto de forma sencilla, utilizaremos un ejemplo culinario. Imagina que estás preparando una lasagna porque vienen amigos a cenar a tu casa. Este plato lleva diversos ingredientes, como la pasta, el tomate, la bechamel o el relleno que le pongas (para gustos, colores). Bien, ahora imagina que cocinas cada ingrediente por separado y luego tus invitados tienen que montarse la lasagna en su plato. ¿Estará igual de buena que si la preparas tú y la gratinas antes de servirla? Pues con el cuerpo pasa igual: si entrenas cada grupo muscular de forma concreta, al juntar todos esos elementos para crear un movimiento, tu cuerpo será menos eficiente que si entrenas en base a los propios movimientos.
Hay una serie de movimientos en los que se basa el entrenamiento funcional y que son necesarios para todo ser humano, ya que los realizamos en nuestra vida cotidiana de forma natural.
Para asegurarnos de que cada una de nuestras sesiones trabaja todos los movimientos funcionales principales, hemos elaborado un algoritmo que nos permite programar de una forma equilibrada y completa. En todas y cada una de las sesiones de Energy encontrarás:
- Empujes: desde una flexión hasta el lanzamiento de un balón. En tu vida diaria los haces constantemente al abrir una puerta o al barrer.
- Tracciones: como remos o trabajos con balón medicinal. Es lo mismo que cuando subes una bolsa del supermercado a la encimera de la cocina.
- Planchas activas: escaladores o burpees, entre otros. ¿Alguna vez has ido en el autobús y ha pegado un frenazo de repente? Si tienes práctica en plancha activa, ¡seguro que no te caes!
- Zancadas: con o sin peso, con o sin salto, para todos los gustos. Ya seas runner o llegues siempre tarde, es imprescindible mejorarla.
- Sentadillas: laterales, frontales, dinámicas. Para atarte las zapatillas o para agacharte a revisar el estante más bajo.
- Bisagra de cadera: como un peso muerto. Normalmente cuando coges algo del suelo realizas este tipo de movimiento, especialmente si levantas algo de peso al subir.
- Rotaciones o antirotaciones: utilizando nuestras bandas elásticas o balones medicinales. Haces antirotación al arrastrar una maleta mientras caminas, al mantener tu cuerpo hacia el frente.
Te retamos a que compruebes cómo cada uno de estos movimientos están presentes en tus sesiones de PRAMA, ¿serás capaz de encontrarlos?
LO FUNCIONAL FUNCIONA
Aún no te hemos contado lo mejor del entrenamiento funcional… y es que realmente es efectivo, ya que sus mejoras se aprecian en apenas unas sesiones. Además, si realizas otro tipo de actividades (pádel, fútbol o medias maratones, por ejemplo) notarás que tu rendimiento aumenta de forma exponencial cuando tienes integrada una rutina funcional en tu semana.
Si todavía no has probado PRAMA Energy ha llegado el momento de mejorar tu calidad de vida y, ya de paso, demostrarle a tu cuñado que eres el más pro de la familia en esto de “lo funcional”.