Si piensas en acelerar el metabolismo… ¿piensas en cardio o en fuerza?
Es probable que pienses que el ejercicio aeróbico es el que te acelera el metabolismo: salir a correr, hacer una clase de HIIT o hacer una ruta en bici. Sin embargo, hay que leer la letra pequeña: el entrenamiento de fuerza te acelera el metabolismo a largo plazo, lo cual puede resultar mucho más interesante.
¿Quieres saber la diferencia entre el entrenamiento cardiovascular y el de fuerza? ¿Cómo reacciona tu metabolismo ante estos estímulos?
Pues te lo contamos todo… ¡tú decides!
Los beneficios del ejercicio aeróbico en tu metabolismo
En muchas ocasiones habrás escuchado que el ejercicio aeróbico acelera el metabolismo. En efecto, la actividad aeróbica acelera la circulación de la sangre y la respiración, haciendo que tu cuerpo empiece a buscar energía en las reservas de grasa almacenadas en tu cuerpo (lo que quieres, ¿verdad?).
Para que te hagas una idea, durante una clase de HIIT tu cuerpo busca energía rápida y la obtiene de las reservas de glucosa, es decir, de lo que has comido ese día. Sin embargo, cuando esta energía se acaba (antes o después, en función de lo que hayas ingerido previamente), empiezas a echar mano de las reservas de grasa.
Además, cuando terminas la actividad, tu cuerpo no se relaja, sino que tiene que recuperarse. Por lo tanto, durante horas tras el entrenamiento tu cuerpo sigue activo… ¡eso es acelerar el metabolismo!
Resumiendo: el ejercicio aeróbico acelera tu metabolismo durante la práctica y horas después.
¿Y entonces por qué vamos a hablar de la fuerza? ¡Sigue leyendo!
El entrenamiento de fuerza activa tu metabolismo
Mientras entrenas fuerza, puede que actives más o menos tu metabolismo en función de las cargas que utilices. Es decir, si aumentas las cargas, es probable que agotes la energía proveniente de la glucosa y logres empezar a quemar grasa. Es recomendable que consumas algún alimento rico en glucosa antes de entrenar fuerza: esto te va a permitir realizar movimientos explosivos y anaeróbicos durante tu entrenamiento.
Por otro lado, después de entrenar fuerza tu metabolismo cambia y sigue activo.
- En primer lugar, tu temperatura corporal aumenta al entrenar , tus pulsaciones y tu respiración se aceleran y todo eso provoca un aceleramiento del metabolismo.
- Por otro lado, aumenta el consumo de oxígeno, activando la quema calórica.
Ambas cosas tienen un efecto a corto plazo en el aceleramiento del metabolismo. No obstante, lo más interesante es el efecto que tiene el entrenamiento de fuerza a largo plazo.
- Conforme aumenta tu masa muscular, aumentará también el oxígeno que consumes después del ejercicio.
- Cuanta más masa muscular tengas, más calorías consumirás en reposo. Es decir, aumenta tu tasa metabólica basal.
En pocas palabras, el entrenamiento de fuerza no solamente es beneficioso porque lograrás quemar calorías durante y tras el ejercicio, sino que irás cambiando tu cuerpo hacia uno que consuma muchas más calorías en reposo.
¿Cuándo empiezas a subir cargas?