Desde que éramos pequeños nos han dicho que la dieta mediterránea es una de las mejores para tener salud y aumentar la longevidad. En muchas ocasiones, se ha dado por supuesto que los que vivimos junto al Mediterráneo, seguimos este tipo de alimentación y por eso en los países del sur de Europa la esperanza de vida es más larga.
Sin embargo, aunque nuestros abuelos o padres sí que seguían esta dieta, no podemos decir lo mismo de las nuevas generaciones. Los alimentos ultraprocesados cada vez ocupan más lugar en nuestras cocinas, dejando a esos platos de lentejas en el olvido.
Entonces, ¿qué es realmente la dieta mediterránea? ¿Es parecida al “realfooding”? ¿La sigues en tu vida cotidiana? ¿Deberías volver a comer como en casa de tu abuela? Sigue leyendo, que esto te interesa.
¿Qué es la Dieta Mediterránea?
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Dieta sostenible y de proximidad
Pues para empezar, descarta todos aquellos alimentos que no sean propios de esta zona. Por ejemplo, las piñas o el salmón noruego. Nuestra dieta debería basarse en productos de la zona, que estén cultivados o criados cerca de donde vivimos y por lo tanto reduzcan el impacto medioambiental.
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Muchos vegetales, menos animales
Sí, en efecto la dieta mediterránea cuenta con abundantes alimentos de origen vegetal y la principal grasa es el aceite de oliva virgen. En cuanto a los productos de origen animal, destacarían el pescado y la carne de ave (en cantidades bajas o moderadas, eso sí) y una baja ingesta de carne roja. En pocas palabras, el estilo americano de ocupar medio plato con un filete de ternera y el otro medio con patatas fritas no es para nada lo que nos recomienda nuestra dieta mediterránea.
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Vino: tinto y en moderación
¿Tu abuela también decía que una copita de vino con la comida le hacía tener mejor salud? Pues estaba en lo cierto, porque eso es parte de la dieta mediterránea. Mejor tinto, en poca cantidad y acompañado de tus alimentos saludables.
¿Cómo es la Dieta Mediterránea a nivel nutricional?
La dieta mediterránea se define como una dieta equilibrada, variada y con un aporte de nutrientes óptimo.
- Es baja en grasa saturada – poca carne roja, mucho vegetal.
- Es alta en ácidos grasos monoinsaturados, hidratos de carbono complejos y fibra dietética.
- Es rica en micronutrientes, gracias a la utilización de productos vegetales frescos y de temporada, hierbas aromáticas y condimentos.
- Es sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
¿Por qué la Dieta Mediterránea es buena para la salud?
Se ha demostrado que la dieta mediterránea previene enfermedades crónicas, incluyendo las cardiovasculares, la diabetes tipo 2 e incluso algunos tipos de cáncer. Esto se debe a que mediante este tipo de dieta:
- Se reducen los lípidos en la sangre
- Se reducen los marcadores de estrés inflamatorio y oxidativo
- Se mejora la sensibilidad a la insulina
Este tipo de dieta tiene todas las claves de alimentación saludable recomendadas por la OMS y por los nutricionistas. Además, es una dieta sencilla y barata de seguir porque los productos que incluye son de cultivo local y de temporada.
Dieta Mediterránea vs «Real food»
Ahora que está tan de moda el movimiento “Real food” creado por el nutricionista Carlos Ríos, puede que te preguntes si hay diferencias entre esta tendencia y la dieta mediterránea. Pues en realidad son bastante similares, ya que lo que defienden ambos movimientos es consumir alimentos naturales, no procesados y de cercanía.
El problema hoy en día es que en cualquier supermercado tenemos al alcance multitud de opciones poco saludables que nos alejan de las bondades de la dieta mediterránea. Por eso cada vez los jóvenes tienen peor salud, se está incrementando la obesidad entre la población infantil y han aumentado los casos de diabetes tipo 2.
La pirámide de la Dieta Mediterránea
Si entramos en la página de la Fundación Dieta Mediterránea, encontramos la pirámide nutricional que recomiendan para este tipo de dieta:
Como ves, en la base de la pirámide encontramos frutas, verduras, hidratos de carbono complejos y grasas saludables, como frutos secos o aceite de oliva. Esto quiere decir que al menos la mitad de tus platos deberían estar compuestos por alimentos vegetales.
Más arriba encontramos las fuentes de proteínas: los lácteos, el pescado, los huevos, las legumbres y la carne blanca son las opciones preferidas.En último lugar la carne roja, que debería ser de consumo ocasional.
Nosotros te recomendamos que:
- Escojas frutas y verduras de cultivo local y, a ser posible, ecológico. Cada vez hay más opciones online de cajas de fruta y verdura que te ofrecen comprar alimentos de temporada a un precio razonable y de buena calidad.
- Carne y pescado ecológico: si comes menos carne y pescado, puedes escoger alimentos de mejor calidad que tengan una procedencia adecuada.
- Ojo con los lácteos: aunque están incluidos en la dieta mediterránea, a muchos adultos no les van del todo bien. Si no toleras bien la lactosa, es mejor que escojas opciones vegetales, ya que los productos “sin lactosa” están altamente procesados.
- Mucha agua e infusiones de hierbas: sobre todo en los meses calurosos, beber una gran cantidad de agua o infusiones naturales es esencial para mantenernos bien hidratados.
Sí, ya es hora de volver a la Dieta Mediterránea
Si te estás preguntando qué cosas puedes cocinar para seguir una dieta mediterránea de manual tienes dos opciones: tirar de Google o recordar qué comíamos hace 20 años, como un gazpacho andaluz, un potaje de garbanzos o un pisto de verduras con huevo.
Además de todo esto, es importante llevar un estilo de vida activo todos los días. Quizá tus abuelos pasaban horas en el campo, pero tú eres más de ciudad, así que vente a PRAMA y obtén tu dosis diaria de endorfinas.