Todos sabemos que la obesidad es un riesgo para la salud… ¿o no? Ya te adelantamos algo de este tema en un post anterior, pero resulta que las evidencias siguen apareciendo y creemos que es un asunto relevante en los tiempos que corren.
Porque nos han dicho en las noticias que la población de riesgo depende de la edad, pero no han hecho demasiado hincapié en el hecho de que también hay muchos jóvenes que requieren cuidados intensivos.
Una editorial publicada en la revista The BMJ titulada “Obesity and covid-19: the role of the food industry” hace un llamamiento a la industria de los ultraprocesados. Parece que el coronavirus está ayudando a ejercer presión a un sector que es (en parte) responsable de que haya más de 1900 millones de personas con sobrepeso y unos 650 millones con obesidad, según datos de la OMS en 2016.
LA OBESIDAD COMO FACTOR DE RIESGO ANTE EL CORONAVIRUS
Cada vez hay más pruebas que indican que la obesidad es un factor de riesgo independiente en pacientes de COVID-19.
En el Reino Unido, un estudio de cohorte de población (428 225 participantes; 340 ingresados en el hospital con covid-19 confirmado, 44% de los cuales tenían sobrepeso y 34% eran obesos) y un estudio de OpenSAFELY que utiliza registros sanitarios electrónicos vinculados (17 425 445 participantes, 5683 muertes de covid-19 (29% con sobrepeso, 33% obesos) han mostrado una relación dosis-respuesta entre el exceso de peso y la gravedad de covid-19. Una vez ajustados los factores de confusión potenciales, como la edad, el sexo, el origen étnico y la privación social, el riesgo relativo de enfermedad crítica de covid-19 aumentó en un 44% para las personas con sobrepeso y casi se duplicó para las personas con obesidad.
De manera similar, en el estudio OpenSAFELY, después de que todos los demás factores de riesgo (incluidas las comorbilidades) se ajustaran completamente, el riesgo de morir por covid-19 aumentó proporcionalmente en función de la gravedad de la obesidad, a partir de un riesgo 27% mayor en la primera categoría de obesidad (índice de masa corporal (IMC) 30-34) a más del doble del riesgo en la categoría más obesa (IMC >40).
Estudios más pequeños de la región de Asia y el Pacífico, Europa y los Estados Unidos han confirmado estos resultados.
MÚLTIPLES MECANISMOS PODRÍAN EXPLICAR LA RELACIÓN ENTRE LA OBESIDAD Y LA COVID-19.
La enzima convertidora de angiotensina-2 (ACE-2), la enzima transmembrana que el SARS-CoV-2 utiliza para la entrada de las células, existe en mayores cantidades en las personas con obesidad. Todavía no está claro si esto es el resultado de una mayor expresión de ACE-2 en los adipocitos de las personas con obesidad o de tener más tejido adiposo en general (y, por consiguiente, un mayor número de células que expresan ACE-2).
La obesidad también puede alterar las respuestas inmunitarias, como se ha demostrado con el virus de la gripe, lo que debilita las defensas del huésped y aumenta las posibilidades de que se produzca una tormenta de citoquinas con covid-19.
Por último, la obesidad disminuye la función pulmonar debido a la mayor resistencia de las vías respiratorias y a la mayor dificultad para expandir los pulmones. Cuando los pacientes con obesidad necesitan ser admitidos en las unidades de cuidados intensivos es difícil mejorar sus niveles de saturación de oxígeno y ventilarlos.
LOS JÓVENES OBESOS TIENEN EL MISMO RIESGO QUE LOS ANCIANOS
En un artículo publicado en The Lancet aparece este titular, con distintas evidencias de por qué la obesidad es un factor de riesgo tan importante como la edad en casos graves de COVID-19. El estudio fue realizado en varios hospitales estadounidenses, país con más población obesa del mundo, donde los casos de jóvenes en la UCI están directamente relacionados con el IMC de los pacientes.
“En nuestro conjunto de datos de 265 pacientes (58% de hombres), encont
ramos una correlación inversa significativa entre la edad y el IMC, en la que los individuos más jóvenes admitidos en el hospital tenían más probabilidades de ser obesos . No hubo diferencia por sexo. El IMC medio fue de 29-3 kg/m2, con sólo el 25% de los individuos con un IMC de menos de 26 kg/m2, y el 25% superando un IMC de 34-7 kg/m2.”
Posteriormente, The Lancet publicó un estudio realizado en dos hospitales franceses (Lille y Lyon): “Como se ha observado en la población de Lyon, la prevalencia de la obesidad en pacientes con COVID-19 crítico en la población de Lille era un 95% más alta que en la población general francesa”.
¿HARÁ EL COVID-19 QUE SE TOMEN MEDIDAS ANTE LA PEOR PANDEMIA DEL SIGLO XXI?
Cada año mueren 2,8 millones de personas a causa de la obesidad, víctimas de enfermedades como diabetes, cardiopatías o cáncer. Eso por no hablar del coste que tiene esta enfermedad para los sistemas sanitarios de los países desarrollados. Actualmente algunos gobiernos están imponiendo impuestos más altos a las bebidas azucaradas o forzando a mostrar un etiquetado más claro en los alimentos ultraprocesados.
Definitivamente, en España estamos todavía lejos de que estas medidas surtan efecto y somos uno de los países con mayores tasas de sobrepeso.
Por eso desde PRAMA FITNESS animamos a seguir un estilo de vida saludable, no ya por sentirnos bien con nuestro cuerpo y lucir palmito en verano, sino porque nuestra salud lo necesita.